El Banco Central de Noruega Tomará Decisión Sobre Moneda Digital en 2025: ¡Entérate Más!
El Banco de Noruega, la autoridad central bancaria de Noruega, se prepara para tomar una decisión crucial sobre la introducción de una moneda digital del banco central (CBDC) para finales de 2025. En una entrevista con Bloomberg el 22 de octubre, el vicegobernador del banco central, Pål Longva, reveló que el banco está en camino de finalizar su recomendación dentro del cronograma planificado. Longva enfatizó que, aunque otros países europeos avanzan en sus iniciativas de moneda digital, el enfoque de Noruega es minucioso y no tiene prisa por lanzar su CBDC.
La posición de Noruega en la carrera europea de las CBDC
A pesar de las preocupaciones sobre quedarse atrás, el Banco de Noruega mantiene que su ritmo actual se alinea con los estándares globales y europeos. Longva señaló que la reciente decisión de Suiza de extender su piloto de CBDC mayorista hasta 2026 destaca la diversidad de tiempos que están adoptando los países. Por el contrario, la iniciativa de moneda digital de Noruega ha estado en marcha desde 2016, lo que la convierte en uno de los primeros proyectos de CBDC entre las economías avanzadas. El programa piloto del banco, actualmente en su quinta fase, ha sido un esfuerzo de varios años que involucra asociaciones con instituciones financieras, expertos en blockchain y actores del sector privado.
El debate entre las CBDC mayoristas y minoristas
Un aspecto significativo de la exploración de la moneda digital de Noruega es la elección entre las CBDC minoristas y mayoristas. Las CBDC minoristas permitirían a los consumidores cotidianos mantener moneda digital emitida directamente por el Banco de Noruega, habilitando a los individuos a realizar pagos a través de una plataforma digital respaldada por el gobierno. Este modelo podría reducir la dependencia de los bancos comerciales para las transacciones diarias, proporcionando más seguridad y estabilidad frente a las fluctuaciones económicas. Sin embargo, también podría introducir problemas complejos, como gestionar preocupaciones de privacidad, asegurar la seguridad y equilibrar el papel de los bancos privados en una economía digitalizada.
Por otro lado, el modelo de CBDC mayorista se centra en mejorar la eficiencia de las transacciones interbancarias, proporcionando un sistema seguro y respaldado por el gobierno para transferir fondos entre instituciones financieras. Longva señaló que muchos bancos centrales, incluido el Banco de Noruega, han mostrado un interés creciente en las CBDC mayoristas. «Últimamente, hay una tendencia en muchos bancos centrales de dar más peso al estudio del enfoque mayorista, y eso también aplica para Noruega», afirmó.
El rumbo de Noruega hacia una sociedad sin efectivo
La avanzada infraestructura digital de Noruega proporciona un entorno propicio para la implementación de una CBDC. La nación es una de las sociedades más desmaterializadas de Europa, con más del 98% de su población poseyendo una tarjeta de débito. Las aplicaciones de pago móvil se han convertido en la norma, con más del 95% de los noruegos prefiriendo transacciones digitales sobre el efectivo. Una encuesta del Banco de Noruega a principios de este año indicó que solo el 2% de los noruegos usaron efectivo durante su última compra en tienda. Tales estadísticas ilustran la disposición del país para adoptar una moneda digital.
A pesar del uso decreciente de la moneda física, el Banco de Noruega insiste en que la transición hacia una CBDC debe ser cuidadosamente gestionada. El banco pretende asegurar que todos los ciudadanos, incluidos aquellos menos familiarizados con la tecnología digital, puedan adaptarse al cambio sin interrupciones. El vicegobernador destacó la importancia de la cooperación público-privada, particularmente con bancos locales y proveedores de tecnología, para garantizar un proceso de integración fluido si se introduce una CBDC minorista.
El camino hacia una CBDC en Noruega involucra múltiples actores y requiere un amplio estudio. El programa piloto faseado del Banco de Noruega refleja la complejidad de esta iniciativa. La colaboración del banco con expertos e instituciones privadas subraya su compromiso de desarrollar una moneda digital robusta, segura y eficiente. Longva enfatizó que la fase final del piloto, que se espera concluya en 2025, será fundamental para determinar la recomendación del banco.
Si Noruega procede con una CBDC, podría establecer un precedente para otras economías avanzadas que consideren iniciativas similares. La decisión también podría influir en la región escandinava, donde países como Suecia han hecho avances significativos en la exploración de monedas digitales con el proyecto de la e-krona. El enfoque de Noruega, que combina un análisis exhaustivo con innovación tecnológica, lo posiciona como un potencial líder en la revolución financiera digital. No obstante, los desafíos son considerables. Implementar una CBDC requiere un equilibrio entre la innovación y la regulación. Aunque el público noruego está bien acostumbrado a los pagos digitales, el Banco de Noruega debe garantizar que la transición no interrumpa los sistemas financieros existentes ni comprometa los estándares de privacidad y seguridad. Además, la elección entre las CBDC minoristas y mayoristas dependerá de evaluaciones adicionales y del nivel de apoyo de los bancos privados y otros actores.
FAQs
- ¿Por qué Noruega no tiene prisa por lanzar una CBDC?
Noruega prioriza un enfoque minucioso, evaluando complejas cuestiones y considerando múltiples factores antes de lanzar su CBDC para evitar decisiones prematuras que puedan perturbar su sistema financiero.
- ¿Cuáles son las diferencias clave entre las CBDC minoristas y mayoristas?
Las CBDC minoristas están dirigidas al público general para transacciones diarias, mientras que las mayoristas mejoran la eficiencia de las transacciones entre bancos. Cada modelo tiene diferentes implicaciones y beneficios.
- ¿Cómo influye la infraestructura digital avanzada de Noruega en la adopción de una CBDC?
La avanzada infraestructura digital de Noruega, con un alto uso de pagos digitales y bajo uso de efectivo, facilita la implementación de una CBDC, ya que la población está bien adaptada a las transacciones electrónicas.